Prostatitis
¿Qué es?
Consiste en la inflamación de la próstata. Es la enfermedad prostática más frecuente en hombres por debajo de los 50 años (afecta al 11%) y la tercera (después de la hiperplasia benigna y del cáncer de próstata) en hombres mayores de esta edad (8,5%) (1, 2).

Tabla 1. Tipos de prostatitis (3) | |
I.-Prostatitis bacteriana aguda | Infección aguda de la glándula prostática. |
II.-Prostatitis bacteriana crónica (3 meses) | Infección prostática bacteriana crónica. |
III.-Prostatitis abacteriana crónica-síndrome de dolor pelviano crónico (requiere 3 meses de molestias pelvianas sin infección demostrada). | IIIa- Inflamatoria: leucocitos en semen, secreción prostática por masaje y fracción final de orina. |
IIIb- No inflamatoria: sin leucocitos en semen, secreción prostática por masaje ni fracción final de orina. | |
IV.-Prostatitis inflamatoria asintomática | Con leucocitos en la biopsia, semen, secreción prostática por masaje y fracción final de orina. |
Los tipos I y II se consideran de causa infecciosa. El tipo más frecuente es el tipo III (62%), seguido de los I/II (19%) y el IV (10%). Algunos autores consideran que el tipo III supone el 90-95% de todas las prostatitis (4).
Vamos a explicar por lo tanto estas enfermedades por separado.
PROSTATITIS BACTERIANA AGUDA
Por qué se produce
La prostatitis aguda la producen las mismas bacterias que causan las infecciones del tracto urinario, la más frecuente es la Escherichia coli, que llega desde la uretra hasta el interior de los conductos prostáticos, probablemente por un reflujo de orina desde la uretra a la próstata (4).
Algunos factores de riesgo de prostatitis, como hacer ciclismo o la abstinencia sexual, no están científicamente demostrados (2, 4, 5).
Cómo se diagnostica
Lo primero es sospechar la prostatitis por los siguientes síntomas: inicio agudo de escalofríos, fiebre en picos y malestar general; molestias urinarias, dolor en la próstata, periné, escroto, testículos, pene, vejiga urinaria o en la parte baja de la espalda (espontáneo o con la micción) (5, 6).

En ocasiones se realiza un tacto rectal para confirmar esta sospecha, aunque no debe de hacerse masaje prostático por el riesgo de bacteriemia (7).
Como pruebas se solicitará una analítica de sangre y de orina, incluyendo si es posible un cultivo de orina para confirmar la bacteria causante de la infección y sus resistencias a los antibióticos (7) (NE 2b GR B). Si con el tratamiento antibiótico habitual no baja la fiebre o persisten problemas analíticos puede además realizarse una ecografía.
A veces los pacientes con prostatitis aguda pueden desarrollar complicaciones: retención aguda de orina, abscesos prostáticos, orquiepididimitis, pielonefritis o la evolución a prostatitis crónica (4).
Tratamiento (4)
Ante la sospecha de prostatitis aguda bacteriana debe de comenzarse el tratamiento antibiótico lo antes posible, confirmando con el cultivo posteriormente si la bacteria es sensible a los medicamentos pautados (8).

Cuando el paciente acude a urgencias es frecuente administrar una primera dosis de antibióticos (incluso asociando dos tipos diferentes) por vía intravenosa o por inyección intramuscular (9, 10). Después se continuará con tratamiento vía oral durante 4-6 semanas (8). Puede ser necesario el ingreso hospitalario si presenta retención urinaria, mal estado general, fiebre alta e indicios de sepsis, o no mejoría de los síntomas (7).
Si se sospecha una enfermedad de transmisión sexual por Neisseria gonorrhoeae o Chlamydia trachomatis, el tratamiento debe de realizarse durante 10 días y con antibióticos específicos (11).
Además, siempre se recomienda mantener reposo, tener una buena hidratación, analgésicos y/o antiinflamatorios no esteroideos (AINES), e incluso laxantes si hubiera estreñimiento o alfa-bloqueante si el paciente presentase dificultad para orinar.
Si el paciente no fuese capaz de orinar se debe de evacuar la orina ya sea mediantela colocación de una sonda vesical a través de la uretra o pinchada por encima del pubis (7).
PROSTATITIS CRÓNICA
Por qué se produce
No se conoce con exactitud la causa de la prostatitis crónica. Se barajan como principales teorías (4):
1.-Reflujo de orina desde la uretra hacia la próstata por orinar a alta presión.
2.-Infección crónica: las bacterias que entran por la uretra (Eschericha coli en el 80% de los casos) llegan a la próstata y se agrupan formando “biofilms”, quedándose resguardadas y protegidas incluso de los antibióticos.
3.-Alteración neuromuscular que produce el síndrome de dolor pélvico crónico (SDPC). Se relaciona con el estrés, la ansiedad o la tensión emocional. La alteración neuromuscular favorecería el reflujo de orina hacia la próstata.
Diagnóstico
El diagnóstico es difícil. Se basa en la historia clínica, la exploración física y el cultivo de orina (4). La sintomatología puede ser muy variada y de una duración mínima de 3 meses (3):
- Infertilidad por alteración del semen.
- Infecciones urinarias de repetición.
- Trastornos sexuales: disminución de la libido, pérdida de la erección, eyaculación dolorosa, eyaculación precoz, hemospermia e infertilidad (45%).
- Lo más frecuente es la existencia de dolor pelviano y síntomas urinarios como alteración de la micción (disuria), ganas urgentes de orinar y aumento del número de veces que necesita orinar tanto de día como de noche, micción dolorosa e incluso imposibilidad para orinar (retención de orina) (4).
El examen físico tanto general como el tacto rectal es muy inespecífico (4).
Se recomienda además realizar una analítica básica de sangre y orina (4). Si se solicita el antígeno prostático (PSA) se ha de tener en cuenta que va a estar falsamente elevado por la inflamación, por lo que se aconseja realizarlo después de un mes de tratamiento antibiótico (12).
Además es frecuente que se solicite un urocultivo fraccionado o test de Meares y Stamey que consiste en recoger la orina en diferentes frascos según sea del comienzo, chorro medio o final de la micción, y después del masaje prostático.

La positividad del cultivo de la secreción prostática o de orina después del masaje prostático es definitoria de infección prostática bacteriana, mientras que su negatividad puede representar un diagnóstico de prostatitis no bacteriana o, no tener significado diagnóstico (13).
Normalmente no es necesario hacer una ecografía prostática transrectal, pero a veces se solicita para el seguimiento (7).
Tratamiento
El tratamiento es difícil y suele requerir la participación de varios especialistas.
Se recomienda empezar con una tanda de antibióticos por vía oral durante 4-6 semanas, aunque en ocasiones es necesario prolongar más tiempo (4, 7). Algunos especialistas recomiendan además las eyaculaciones frecuentes (4, 12).
En algunos casos pueden aportar beneficio otros tratamientos como los alfa-bloqueantes (8), la fitoterapia con quercetina o polen de abeja (14), analgésicos, relajantes musculares, técnicas de biorretroalimentación y cambios en el estilo de vida (15, 16).
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Información del autor
María Fernanda Lorenzo Gómez
Coordinadora de Docencia en Urología en el Departamento de Cirugía de la Universidad de Salamanca
Especialista en Urología en el Hospital Universitario de Salamanca
Coordinadora del Grupo de Investigación Multidisciplinar Urológico de Renal (GRUMUR) del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL)
Salamanca