Catéter ureteral tipo doble J

Qué es un catéter doble jota y para qué sirve:

Un catéter doble jota (CDJ) es un catéter de derivación urinaria consistente en un tubo flexible de pequeño calibre multiperforado e incurvado en ambos extremos, que se sitúa desde el riñón a la vejiga.

Se coloca de forma endoscópica, a través de la uretra, sin necesidad de incisiones.

Su función es facilitar la salida de la orina de la vía urinaria obstruida por algún motivo: litiasis, tumor, compresión extrínseca, estenosis, inflamación, lesión ureteral… y así, preservar la función renal, aliviar el dolor o tratar la infección.

Por lo general, si durante un episodio de cólico renal complicado, es necesaria la colocación de un catéter ureteral, es frecuente que la litiasis causante de la obstrucción, no se trate en dicho momento. El catéter ureteral sirve de “by-pass” que permite la salida de la orina y así evitar complicaciones. A posteriori, se valorará la mejor opción de tratamiento del cálculo, una vez se haya resuelto la inflamación, infección…

Por otra parte, al finalizar cualquier tipo de intervención programada con intención de resolución litiásica, como la ureteroscopia, ureterorrenoscopio, nefrolitectomía percutánea y otras, es habitual dejar colocado este tipo de catéteres de forma temporal.

Los CDJ tienen una duración variable, según el material del que estén fabricados, desde semanas hasta un año. El tiempo de permanencia, será determinado por su urólogo, según la patología de base que haya obligado a su inserción.

Procedimiento de colocación de un catéter doble jota:

La colocación de un CDJ, se puede realizar bajo anestesia local, sedación, regional (similar a la epidural) o anestesia general.

Extraído del Tratado de Urología de la AEU
ISBN: 978-84-09-16825-5

Se introduce un cistoscopio (cámara) hasta la vejiga, donde se localiza el orificio ureteral correspondiente al riñón que debemos derivar. Se introduce una guía y sobre ella, se asciende el catéter hasta dejarlo colocado con un extremo en el riñón y el otro extremo a nivel de la vejiga. Dicho procedimiento, se controla con escopia (Rayos X), para asegurar la correcta posición del catéter. Si no existen complicaciones, la intervención dura unos minutos.

Según la causa y la situación clínica del paciente, tras un tiempo de observación, el paciente puede ser dado de alta o precisar ingreso hasta mejoría de ciertos parámetros clínicos y/o analíticos que hayan promovido la colocación de dicho catéter.

El procedimiento para recambiar un CDJ es similar al de su colocación: se introduce una guía en paralelo al catéter previo, hasta el riñón; se extrae el catéter previo con una pinza; y se asciende un nuevo CDJ sobre la guía hasta dejar el extremo proximal en el riñón y el distal en la vejiga

Síntomas asociados al CDJ:

La presencia de un catéter ureteral puede provocar síntomas hasta en el 90% de los pacientes.

Los síntomas más frecuentes son la disuria (escozor durante la micción), nicturia (necesidad de orinar que interrumpe el sueño), urgencia (necesidad imperiosa de orinar rápido), tenesmo vesical (irritabilidad vesical) y aumento de la frecuencia miccional. Es posible que presente hematuria (sangre en la orina) e incontinencia. La infección urinaria se detecta en aproximadamente un 5% de los casos.

Los portadores de CDJ también pueden experimentar dolor (72%), el más frecuente, localizado en fosa renal (52%) y asociado a la micción; y en menor frecuencia, dolor suprapúbico (44%). También puede aparecer dolor constante, sin relación con la micción. El dolor es más frecuente con la actividad física.

A lo largo del tiempo, parece existir una mejor tolerabilidad a dichos síntomas.

La presencia del CDJ puede ocasionar otros síntomas como la dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) (62%), eyaculodinia (dolor durante la eyaculación) (46%), disfunción eréctil (20%) y descenso de libido (38% hombres y 66% mujeres).

Calidad de vida de los pacientes portadores de CDJ:

Según estudios, un 60% de los pacientes con un CDJ ven reducida su calidad de vida. Hasta el 25% de ellos, reportan una tolerancia mala-muy mala al catéter.

Complicaciones de los catéteres ureterales:

Extraído de: Pérez Fentes D.: “Complicaciones de los catéteres doble jota y su manejo endourológico”. Arch. Esp. Urol. 2016; 69 (8): 527-543.

Procedimiento para la retirada de un CDJ:

La retirada de un catéter doble jota es un procedimiento sencillo, que, por lo general se realiza de forma ambulatoria y con anestesia local. Para ello, se introduce un cistoscopio hasta la vejiga y con ayuda de una pinza, se tracciona del extremo distal del catéter hasta su retirada.

Es posible que el paciente presente molestias miccionales tras el procedimiento, incluso aparición de sangre en la orina, que por lo general se resuelven en las próximas 48h. Debe aumentar la ingesta hídrica. Si presentase fiebre, imposibilidad para orinar o dolor en región lumbar intenso, deberá acudir al Servicio de Urgencias.

BIBLIOGRAFÍA:

  • Vega Vega A. et al.: “Evaluación de clínica y calidad de vida con catéteres ureterales de tipo doble pig-tail”. Actas Urol Esp. 2007;31(7):738-742.
  • Pérez Fentes D.: “Complicaciones de los catéteres doble jota y su manejo endourológico”. Esp. Urol. 2016; 69 (8): 527-543.
  • Ordaz Jurado G. et al.: “Impacto en la calidad de vida de los pacientes con catéter doble J”. Arch. Esp. Urol. 2016; 69 (8): 471-478