Cólico renoureteral
Introducción:
El cólico renal, también conocido como crisis renoureteral o cólico nefrítico, es una urgencia urológica frecuente. Supone el 30-40% de las urgencias urológicas y el 3.5% de todas las urgencias hospitalarias.
Se describe como una de las formas más angustiantes de dolor en el ser humano, comparable al dolor de parto.
Se estima que un 12% de la población sufrirá un cólico a lo largo de su vida, siendo la tasa de recurrencia alrededor de un 50%.
Es más frecuente la aparición de cólicos en pacientes varones, en torno a los 40-60 años, por la mañana y durante las estaciones calurosas.
El 25% de los pacientes que presentan cólicos renales recurrentes tienen historia familiar de urolitiasis.
Fisiopatología:
El cólico renal está causado por una obstrucción ureteral aguda, parcial o completa, que en la mayoría de casos (90%) suele ser debida a un cálculo.
El resto de casos se deben a otras alteraciones de la vía urinaria, como síndrome de la unión pieloureteral, coágulos, procesos neoplásicos uroteliales o por una obstrucción ureteral extrínseca secundaria a otros procesos, como enfermedades intestinales (apendicitis, diverticulitis, enfermedad de Crohn), ginecológicas, retroperitoneales, vasculares, oncológicas o complicaciones postquirúrgicas.
Cuadro clínico:
Se caracteriza por la aparición brusca de dolor intenso en región lumbar, no relacionado con los movimientos o posturas, irradiado a flanco, región inguinal y área genital, con frecuencia acompañado de cortejo vegetativo (náuseas, vómitos, taquicardia sudoración, malestar) y/o síndrome miccional (sangre en la orina, escozor, deseo continuo de orinar, dificultad para orinar).
Exploraciones complementarias:
Su médico valorará la necesidad de realizarle ciertas pruebas complementarias como análisis de sangre y orina, así como pruebas de imagen (Radiografía simple de abdomen, ecografía, Urografía intravenosa, TAC) para determinar la causa del dolor, presencia o no de litiasis, su número, tamaño y posición.
Tratamiento:
En el cólico renal no complicado es de elección el manejo conservador, puesto que se calcula que el 95% de las litiasis ureterales serán expulsadas espontáneamente en el transcurso de las próximas 6 semanas.
El principal objetivo es el control del dolor. Para ello, el tratamiento farmacológico se basa en el uso de Antiinflamatorios no esteroideos (como el ibuprofeno, diclofenaco, desketoprofeno…incluyendo metamizol), alterno con paracetamol. Se debe evitar el uso de fármacos antiespasmolíticos (como la Buscapina®), puesto que se ha demostrado que no mejoran el dolor e incluso pueden retrasar la expulsión de la litiasis. En caso de no conseguir controlar el dolor con la medicación previa, se puede añadir un fármaco analgésico opioide (por ejemplo, el tramadol) (usado con moderación, puesto que puede aumentar los vómitos)
En algunas situaciones, está indicado el tratamiento con fármacos alfa-bloqueantes (Tamsulosina) (terapia médica expulsiva), que actúan dilatando el uréter y facilitando la expulsión de la litiasis, especialmente en aquellas situadas a nivel distal y mayores de 5 milímetros.
En caso de sospechar litiasis de composición úrica, es beneficioso añadir tratamiento alcalinizante para intentar su disolución.
Consideramos un cólico complicado aquel que se acompaña de datos de infección, deterioro de la función renal, anuria (ausencia de orina) o dolor intenso y mantenido que no mejora a pesar de calmantes intravenosos, con varios fármacos siendo uno de ellos un opioide. Ante dichos datos, puede ser precisa la colocación de una derivación urinaria urgente mediante la colocación de un catéter doble Jota o un tubo de nefrostomía (ambos dispositivos son igual de efectivos).
BIBLIOGRAFÍA:
- EAU Guidelines on Urolithiasis. C. Turk. 2021
- Esquena S. et al.: “Cólico renal: Revisión de la Literatura y evidencia científica”. Actas Urol Esp 2006; 30 (3): 268-280.