Síndrome de la unión pielo ureteral
También denominado “Estenosis de la unión pielo ureteral” o mas genéricamente “Hidronefrosis”
¿Qué es?
Es la dificultad del paso de orina desde la pelvis renal (parte del riñón donde se almacena la orina producida por el mismo) al uréter (estructura tubular que transporta la orina desde la pelvis a la vejiga) (Fig. 1), a nivel de la unión pielo-ureteral. Actualmente se detecta en 1/1500 recién nacidos vivos.
¿Por qué?
Desconocemos su origen, aunque sí sabemos que no se hereda. La dificultad de paso varía de parcial a completa con diversos grados de gravedad, provocando dilatación del riñón que dejado a su evolución puede producir deterioro de la función, llegando a la anulación funcional.
¿Donde?
Las causas que lo producen las podemos dividir en intrínsecas, que ocurren dentro de la luz de la unión pielo ureteral, estenosis congénita (mas frecuente) (Figura 2), o extrínsecas, por compresión de la unión por vasos (menos frecuente).
¿Como se manifiesta y en que momento?
Varía desde los casos asintomáticos, que actualmente son los mas frecuentes, con dilatación renal prenatal que se confirma postnatalmente mediante pruebas de imagen, a los menos frecuentes que se diagnostican en cualquier momento de la vida por presentar clínica de infecciones urinarias, cuadros de dolor abdominal, masa abdominal, litiasis renal o hallazgo casual tras efectuar estudios de imagen por otras causas.
¿Cómo se diagnostica?
Mediante pruebas de imagen. La primera y más importante es la “ecografía” que permite detectar y/o confirmar su presencia, así como clasificarlas por el grado de dilatación. La prueba ideal para descartar la presencia o no de una obstrucción es el estudio de medicina nuclear, denominado “renograma isotópico diurético”, que permite medir la función renal relativa y el drenaje de orina que pasa al uréter dando el grado de la obstrucción (Se inyecta por vía intravenosa un radiofármaco que emite radiación, siendo captado y eliminado por el riñón). En casos de dudas pueden utilizarse la Uro Resonancia Nuclear Magnética (UroRNM), con o sin contraste, que permite ver la anatomía y eliminación de contraste si se ha utilizado, y en otras ocasiones el escáner renal (TAC) para visualizar la anatomía.
Otra prueba que puede utilizarse en bastantes ocasiones es la “cistouretrografia miccional seriada (CUMS)” para descartar la presencia o no del reflujo vésico ureteral.
¿Como se trata?
Según el resultado de las pruebas, los riñones con buena función y obstrucciones parciales o no obstrucción que están asintomáticos se siguen en consulta de forma ambulatoria, efectuando pruebas de imágenes (principalmente ecografía y renograma diurético) de forma periódica, para detectar cambios que indiquen empeoramiento o mala evolución, precisando de tratamiento quirúrgico.
Ante la presencia de obstrucción o la asociación de clínica de infección o dolor abdominal se procederá a su solución mediante cirugía. La técnica mas utilizada es la “Pieloplastia”, consistentes en la extirpación de la unión pielo ureteral afecta y la anastomosis de la pelvis al uréter, dejando normalmente un catéter que se retirara en el postoperatorio (Fig. 3). Se puede efectuar mediante cirugía abierta, laparoscópica o robótica, según edad del paciente y disponibilidad del centro, con resultados muy similares (buenos resultados en más del 90% de los casos).
Otras opciones que se pueden utilizar son las dilataciones mediante balón o el corte dentro de la unión pielo ureteral por vía endoscópica (eléctrico / laser). Sus resultados son buenos, aunque algo menores que en la pieloplastia, siendo mas recomendadas en casos de reestenosis .
En casi todas las técnicas se deja un catéter o sonda interna que va desde la pelvis al uréter (catéter doble J), para facilitar el paso de orina, durante un tiempo
¿Por qué tratar la obstrucción?
Los riñones obstruidos tienen mayor riesgo de desarrollar infecciones, litiasis y, al cabo del tiempo, daño renal disminuyendo su función, llegando a su anulación.
Preguntas frecuentes
Información del autor
Andrés Gómez Fraile
Especialista en Urología
Jefe de Urología Pediátrica
Hospital 12 de Octubre
Madrid