Dispositivos anti-incontinencia

La incontinencia urinaria de esfuerzo se define como la pérdida involuntaria de orina con el aumento de la presión abdominal sin que la vejiga se contraiga de forma voluntaria. En el hombre este tipo de incontinencia está íntimamente ligado a la cirugía prostática, principalmente cuando es por cáncer de próstata (prostatectomía radical). Existen muchos tipos de dispositivos anti-incontinencia en la actualidad. Para un fácil entendimiento desde el punto del vista del paciente podríamos hacer dos grupos: Aquellos en los que se necesita la manipulación por parte del paciente (Esfínter urinario artificial) y aquellos dispositivos que no precisan de la activación por parte del paciente (mallas y otros dispositivos ajustables).

Método

Para realizar el implante de cualquiera de estos dispositivos suele ser necesario al menos una herida en el periné (área entre los testículos y el ano) para localizar la uretra. Posteriormente, y dependiendo de dispositivo que vaya a colocarse, en ocasiones es necesario realizar alguna incisión en la parte baja del abdomen.

Indicaciones

Al tratarse de una patología benigna la indicación principal es tratar de mejorar la calidad de vida. Generalmente aquellos pacientes que pasados varios meses realizando rehabilitación de suelo pélvico no han conseguido un grado de continencia que les permita realizar una vida satisfactoria serían candidatos a cirugía. Para decidir que tipo de implante es el más aconsejables suele ser necesario realizar varias pruebas diagnósticas (cistoscopia, estudio urodinámico, test de la compresa). Con todo ello su Urólogo podrá establecer cuál es la función residual de su esfínter y que cantidad de orina pierde a lo largo del día. Esto es importante pues no todos los dispositivos funcionan de la misma manera.

Alternativas

Las alternativas a la cirugía se reducen básicamente a la abstención de tratamiento (con el consecuente uso de absorbentes) y a la realización de ejercicios de rehabilitación del suelo pélvico.

Resultados

En general, con una buena indicación quirúrgica, las tasas de satisfacción están en torno al 80%. Es importante matizar que dependiendo del grado de incontinencia y del dispositivo implantado estas tasas de éxito varían y pueden oscilar entre el 55 y el 90%. Es importante resaltar que la mayoría de pacientes operados recomendarían la intervención quirúrgica a otros pacientes.

Complicaciones

Como todo dispositivo protésico existe el riesgo de “rechazo”. Este problema suele manifestarse como enrojecimiento de la herida fiebre y supuración. Suele requerir la retirada del dispositivo. Algunos pacientes describen dolor o molestias en la zona del implante. Es posible que persista cierto grado de incontinencia a pesar de la operación. A largo plazo algunos dispositivos pueden requerir recambiarlos por pérdida de buen funcionamiento. Pueden aparecer infecciones de orina de repetición. En estos casos será importante descartar que el dispositivo implantado no esté en contacto directo con la orina.

Cuidados postoperatorios

Generalmente el paciente saldrá con una sonda vesical del quirófano, aunque ésta suele ser retirada antes del alta hospitalaria. Es muy importante realizar una buena cura de las heridas en el domicilio para evitar infecciones. Aquellos dispositivos que no requieran manipulación por parte del paciente suelen comenzar a hacer efecto de forma inmediata, aunque ocasionalmente debido a los procesos inflamatorios y propios de la cirugía puede tardar cierto tiempo. Algunos de estos dispositivos son regulables por parte del Urólogo y puede ser necesario alguna revisión hasta alcanzar el punto óptimo de satisfacción del paciente. En el caso concreto del esfínter artificial será necesario dejarlo inactivo varias semanas hasta que su Urólogo considere que es el momento correcto para comenzar a activarlo.

Información del autor

Eduardo Morán Pascual
Especialista en urología
Hospital Universitario La Fe
Valencia