Sondaje intermitente limpio

Quién necesita realizarlo

Todas aquellas personas que tienen un vaciamiento de la vejiga inadecuado que puede producir consecuencias sobre el funcionamiento de los riñones o que presentan complicaciones asociadas a la permanencia de la orina de forma continua en la vejiga.

Existen distintas enfermedades que pueden producir que la vejiga no funcione de forma adecuada. Las enfermedades neurológicas, la cirugía abdominal baja o la cirugía de columna, la diabetes y el envejecimiento son algunos de los motivos que pueden producir este mal funcionamiento. En algunos casos, no hay un desencadenante que lo produzca.

Tras un adecuado estudio urológico sobre el funcionamiento de la vejiga, el urólogo determina la necesidad de realizar esta técnica para mejorar los síntomas del paciente o disminuir el riesgo de complicaciones.

Mediante la realización del sondaje intermitente limpio, se evitan los problemas que asociados al acúmulo de orina, como son el aumento de la frecuencia para orinar, la nocturia asociada al mal vaciado (necesidad de levantarse por la noche para orinar), la necesidad de esperar durante un tiempo prolongado para poder orinar o tener que volver al aseo para finalizar la micción, las pérdidas de orina por llenado permanente de la vejiga, las infecciones urinarias o la formación de piedras en la vejiga. También permite que los pacientes que no pueden orinar sean capaces de vaciar la vejiga, sin tener que recurrir a la necesidad de llevar una sonda colocada de forma permanente.

Cómo debe ser realizado

El sondaje intermitente limpio debe ser realizado con una técnica limpia que disminuya las posibilidades de complicación asociadas a la manipulación de los órganos genitales y el aparato urinario. Tiene peculiaridades diferentes en el varón y la mujer, por lo que lo explicaremos por separado.

  1. Lavado de manos con agua y jabón.
  2. Abrir la parte superior del envase de la sonda.
  3. Lavado del pene con agua y jabón, limpiando la zona del meato (orificio externo por donde sale la orina). A continuación, se procede a lavar la zona del pubis (la base del pene) y, por último, la zona alrededor del ano. Este lavado debe realizarse de delante hacia atrás y desde dentro hacia fuera, secando todas las zonas en el mismo orden. Tras este lavado, volver a lavarse las manos de nuevo.
  4. Colocarse en posición de sentado: sujetar el pene hacia arriba, para que la uretra (el conducto urinario) esté recta. En determinados casos es necesario utilizar una sonda con punta curva; se debe introducir la sonda con la punta hacia arriba, mirando hacia el paciente.
  5. Abrir el envase y dejarlo preparado en un lugar accesible, sin que la sonda toque ninguna superficie. La mayoría de los envases de sondas poseen una pequeña pegatina para poder sujetarla en el borde de un mueble o superficie, de forma que esté abierto el envase para poder coger la sonda de forma sencilla. La mayor parte de las sondas disponibles están autolubricadas, poseen un líquido que las recubre para facilitar el sondaje, habitualmente agua. Otras es necesario activarlas en el momento de su utilización, mediante la ruptura de un pequeño depósito de agua que baña la sonda dentro del envase y la hidrata en el momento de su utilización, activando la superficie de la sonda y haciéndola suave en el contacto con la uretra. Las sondas más antiguas es preciso mojarlas con agua del grifo para poder activarlas al utilizarlas. Algunas sondas poseen un pequeño dispositivo móvil en forma de tubo que permite sujetar el cuerpo de la sonda sin necesidad de tocarlo y que se desliza sobre ella, facilitando la introducción de la sonda.
  6. De forma suave, introducir la sonda por la uretra hasta que llegue a la vejiga; es posible notar una leve resistencia al llegar al esfínter, continuar introduciendo la sonda suavemente. No es necesario introducir la sonda en su totalidad, habitualmente.
  7. Colocar el pene en su posición normal hacia abajo cuando la orina empieza a salir para permitir la caída de la orina en el aseo. Existen sondas que llevan acoplada una bolsa, lo cual permite realizar el sondaje en un lugar que no disponga de aseo.
  8. Cuando termina de salir la orina retirar la sonda de forma suave y lenta, para permitir el vaciado completo de la vejiga.
  9. Para desechar la sonda, se puede introducir en una bolsa o tirarla directamente a la basura.
  10. Lavarse las manos con agua y jabón.
  1. Lavado de manos con agua y jabón.
  2. Colocarse en posición semisentada, de la forma más cómoda posible. Se recomienda sentarse en el inodoro o bidet, siempre que sea posible.
  3. Separando bien los labios menores con la mano izquierda (con la derecha en pacientes zurdas), se realiza el lavado de toda la zona genital y anal con agua y jabón, aclarando y secando bien. Siempre lavar y secar desde arriba hacia abajo, desde la vulva hacia el ano.
  4. Volver a lavarse las manos.
  5. Abrir el envase y dejarlo preparado en un lugar accesible, sin que la sonda toque ninguna superficie. La mayoría de los envases de sondas poseen una pequeña pegatina para poder sujetarla en el borde de un mueble o superficie, de forma que esté abierto el envase para poder coger la sonda de forma sencilla. Casi todas las sondas disponibles están autolubricadas, poseen un líquido que las recubre para facilitar el sondaje, habitualmente agua. Otras es necesario activarlas en el momento de su utilización, mediante la ruptura de un pequeño depósito de agua que baña la sonda dentro del envase y la hidrata en el momento de su utilización, activando la superficie de la sonda y haciéndola suave en el contacto con la uretra. Las sondas más antiguas es preciso mojarlas con agua del grifo para poder activarlas al utilizarlas. Algunas sondas poseen un pequeño dispositivo móvil en forma de tubo que permite sujetar el cuerpo de la sonda sin necesidad de tocarlo y que se desliza sobre ella, facilitando la introducción de la sonda.
  6. Con la mano izquierda (con la derecha en pacientes zurdas), separar los labios menores, mientras que con el dedo corazón se localiza el meato. Se puede usar un espejo de mano para visualizar el meato urinario (el orificio de salida de la orina y de entrada de la sonda).
  7. Introducir la sonda lentamente hasta que salga orina. Se debe seguir introduciendo unos 2 o 3 centímetros más y dejar que continúe saliendo la orina. Cuando deje de fluir, proceder a la retirada de la sonda lentamente, para dejar que salgan las últimas gotas. Existen sondas que llevan acoplada una bolsa, lo cual permite realizar el sondaje en un lugar que no disponga de aseo.
  8. Para desechar la sonda, se puede introducir en una bolsa o tirarla directamente a la basura.
  9. Lavarse las manos con agua y jabón.

Cuándo y en qué momento debe ser realizado el sondaje intermitente limpio

Debe realizar siempre según la pauta que indique el Urólogo, ya que ajustará las necesidades en función del problema de vaciado que presenta el paciente, individualizándolo.

Hay pacientes que necesitan realizarse 5-6 sondajes a diario para vaciar adecuadamente la vejiga, mientras que en otros será suficiente con 1 o 2 al día. Esta pauta debe ser indicada por el especialista y será modificada por él, según la situación, complicaciones y habilidades del paciente. La realización de un diario miccional en los 3-4 días previos a acudir a la consulta ayudará a decidir el número de sondajes necesarios. En este diario se debe apuntar la cantidad de orina que se realiza de forma espontánea (siempre que sea posible) y la cantidad de orina extraída con el sondaje, así como las horas a las que se realiza la micción y la cantidad de líquido bebido. Esto permite realizar el ajuste del número de sondajes a realizar por cada paciente de forma individualizada.

No se deben disminuir o aumentar los sondajes sin control médico, ya que esto puede ocasionar complicaciones. En caso de extraer más de 500 ml con los sondajes, es necesario realizar un ajuste en los sondajes, habitualmente siendo preciso aumentar al número.

Es necesario realizar el sondaje en una situación de higiene que permita al paciente mantener las indicaciones explicadas previamente. Puede realizarse en casa, en el trabajo, en zonas de ocio… en cualquier lugar donde se pueda mantener una higiene mínima. No siempre es posible realizar un lavado genital previo al sondaje, recomendándose realizar una limpieza cuidadosa con toallitas higiénicas. Tampoco es imprescindible que el lugar donde se realice sea un aseo, ya que existen en el mercado sondas con bolsas acopladas, que permiten que la orina se recoja en ellas.

Recomendaciones y consejos

  1. Se debe beber una cantidad moderada de líquidos: 1’5-2 litros al día.
  2. Realizar los sondajes según las recomendaciones dadas por el personal de Enfermería.
  3. Realizar el número de sondajes indicados por su Urólogo, no disminuir o suspender los mismos si no se han recibido instrucciones al respecto.
  4. No se debe realizar sedimentos ni cultivos de orina de forma habitual, ya que saldrán colonizados con frecuencia.
  5. En caso de síntomas urinarios sugestivos de infección (aparición de detritus o posos en la orina, escozor urinario, aumento de la frecuencia urinaria, la urgencia o la incontinencia, presencia de fiebre), debe realizarse un cultivo previo a la toma de antibióticos y acudir a su Médico de Atención Primaria para valoración del tratamiento antibiótico.
  6. Debe evitarse el uso de profilaxis antibiótica, a no ser que su Urólogo le indique lo contrario.

Preguntas frecuentes

Su urólogo determinará la medida que es más adecuada. Debe ser lo suficientemente pequeña como para evitar lesionar la uretra, y lo suficientemente grande como para permitir que fluya la orina y así se vacíe la vejiga. También debe ser manejable con facilidad.
Para sondarse de manera adecuada debe situarse en la posición más cómoda que encuentre, de forma que pueda relajarse. Puede sondarse en el baño, drenando la orina directamente en el aseo o bidet, o puede sondarse en una silla, cama… para lo cual puede conectar una bolsa de recogida de orina a la sonda o utilizar una sonda que la tenga incorporada.
En este caso, la higiene es especialmente importante. Tras cada sondaje, debe lavar la zona genital con un jabón de pH neutro y cambiar de compresa o tampón con mayor frecuencia.
Su Urólogo le aconsejará a medida que progresa su embarazo; sin embargo, de forma general, el sondaje intermitente es seguro durante el mismo y evita las complicaciones de infección que pueden poner en riesgo el embarazo.
Una higiene deficiente o un vaciado de la vejiga escaso pueden favorecer las infecciones. Los síntomas de infección en los riñones o vejiga son la presencia de escozor urinario, dolor en el bajo vientre, aumento de la frecuencia urinaria, presencia de sangre en la orina (sin traumatismo previo), incontinencia urinaria o aumento de la habitual, fiebre o presencia de detritus o posos en la orina.
Generalmente, cuando la sonda no puede avanzar se debe a un espasmo en el esfínter. Relájese, respire hondo o tosa. Sostenga la sonda suavemente contra el esfínter cerrado. Por lo general, se abrirá transcurridos unos segundos. Nunca fuerce la sonda ya que podría lesionar la uretra. Si no puede avanzar la sonda tras 3 o 4 intentos, debe contactar con su profesional de la salud. Este dispondrá de sondas especiales para ayudarle en el sondaje. Si este problema sucede con frecuencia, podría necesitar utilizar una sonda de punta curva.
Durante el día, estando sentado, los líquidos se acumulan en sus piernas. Por ello, puede notar en ocasiones que los tobillos y los pies se le hinchan. Durante la noche, al estar tumbado, los líquidos entran en el torrente sanguíneo y son filtrados por los riñones, produciendo mayor cantidad de orina, que se acumula en la vejiga. Para reducir la cantidad de líquido, puede probar una de las siguientes opciones:
  • Túmbese una hora durante el día, preferiblemente por la tarde
  • Realice un sondaje antes de acostarse por la noche
  • Realice un sondaje en mitad de la noche si fuera necesario
  • Limite su ingesta de líquidos pasadas las 6 de la tarde
Desgraciadamente, los aviones, autobuses o trenes no disponen de aseos accesibles. Puede realizar el sondaje bajo una sábana o paño, utilizando una sonda con una bolsa acoplada. Algunas personas deciden colocarse una sonda permanente para los viajes y se la quitan lo antes posible. Al viajar, asegúrese de llevar el material necesario (sondas, material para la higiene) en su equipaje de mano. La mayoría de Líneas Aéreas permiten un bulto extra como equipaje de mano, si se trata de material médico; y algunas de ellas asignan un aseo en primera clase para las personas con discapacidad. Verifique este punto con la Línea Aérea en el momento de hacer la reserva.

Experiencia del Paciente

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Vídeo de Pacientes con esclerosis múltiple
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Información del autor

Raquel González López
Especialista en Urología
Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
Madrid